La práctica de pilates para embarazadas va a permitir que éstas lleven un embarazo con menos molestias (que son provocadas por los múltiples cambios anatómicos y metabólicos a los que se ven sometidas las mujeres en esta etapa) y va a ayudar a que la recuperación posparto sea más rápida y con menos consecuencias negativas. Los beneficios para la madre son de tipo físico y psicológico, ya que está comprobado cómo molestias típicas del embarazo tales como fatiga, hinchazón de extremidades o varices se reducen significativamente con ejercicio físico. La realización de ejercicio durante el embarazo mejora el parto y hay menor necesidad de intervención obstétrica. Trabajamos el suelo pélvico durante todas las clases, al igual que realizamos masaje perineal cuando fuera necesario.
Es importante, no obstante, tener en cuenta varios aspectos importantes a la hora de guiar estos ejercicios, por eso no es igual al pilates común, ya que no se puede realizar compresión sobre la zona abdominal o controlar el nivel de esfuerzo, entre otros factores.
Realizamos pilates suelo, con material como gomas elásticas, pelotas de diversos tamaños (entre ellas pelotas de pilates), aro de pilates, tronco 5P o TRX. El material lo proporcionamos en la clínica, no siendo necesario traer nada de casa, tan solo una toalla si se quisiera y venir con ropa cómoda de deporte (la clase se hace descalza).
Las sesiones son individuales, para poder hacer una clase más acorde a cada persona, siendo posible realizar sesiones de una hora o media hora. Lo ideal sería realizar dos clases de una hora a la semana o tres de media hora, adaptando la intensidad de éstas a cada caso.
Desinfectamos todo el material, incluida esterilla, antes y después de cada sesión minuiciosamente. La clase debe darse con mascarilla. Ventilamos la sala entre sesiones.