Últimamente todos hemos visto en alguna ocasión en las redes sociales a gente famosa dándose masajes con un trozo de madera y nos habremos preguntado, ¿qué es eso de la maderoterapia? ¿Realmente es tan bueno como dicen?
Pues bien, en realidad es un tipo de terapia que existe desde hace miles de años y surgió en Oriente Medio, donde se dieron cuenta que dando masajes con unos artilugios de madera de diferentes formas y tamaños para que se adapten bien a las distintas zonas del cuerpo, se obtenían múltiples beneficios sobre el organismo (esto se ha avalado en las últimas décadas con diversos estudios).Estos instrumentos están fabricados íntegramente con madera, que es uno de los 5 elementos de la naturaleza, y que ya utilizaban las culturas orientales para fabricar utensilios con fines terapéuticos y múltiples beneficios para la salud.
¿Pero cualquiera puede hacerlo? Obviamente no. Si lo que queremos es conseguir buenos resultados, debe realizarse por un fisioterapeuta que conozca la técnica, aunque cada vez hay más centros de estética formados en esta técnica debido a su demanda.
Como comentábamos, tiene múltiples beneficios:
- Estimula los ganglios linfáticos, favoreciendo el drenaje.
- Mejora la circulación sanguínea.
- Mejora el tono muscular.
- Reactiva el sistema nervioso. - Estimula la relajación profunda.
- Tonifica y reafirma las capas de la piel, incluso preparándola para procedimientos pre y post-quirúrgicos.
- Mejora la producción de colágeno, elastina y vitamina E (sustancias que perdemos con el paso de los años).
- Reduce la celulitis ya que ayuda a drenar y a reducir los depósitos de grasa acumulados. Activa la microcirculación de la zona y favorece la eliminación de líquidos, por lo que actúa contra la retención.
- Moldea la figura, especialmente en abdomen, cintura y glúteos. Se moviliza el tejido adiposo localizado (grasa), fragmentando el adipocito para llevarlo hacia los ganglios linfáticos y poder así ser eliminados por drenaje a través de la orina. Además de todo esto, es súper relajante. ¡Pruébalo!