Seguramente todos conozcamos a alguien cercano que tenga alguna hernia discal y padezca dolor lumbar. Pero, ¿sabías que en la mayoría de los casos de pacientes con hernia discal no presentan sintomatología? Probablemente, esos pacientes que presentan ambas cosas, el dolor lumbar provenga de otra causa (aproximadamente un 2% de personas que presentan dolor lumbar se debe a una hernia). De la misma forma, hay muchísimas personas que tienen hernias lumbares y ni siquiera lo saben.
¿Qué es una hernia lumbar?
Entre las vértebras se encuentra el disco intervertebral, encargado de amortiguar las cargas. El disco intervertebral está formado por el núcleo pulposo interno y un anillo fibroso externo (compuesto por un 70% de colágeno, por lo que es muy elástico).
Una hernia de disco es la salida del contenido discal dentro del canal raquídeo. Esto ocurre por la pérdida de la elasticidad del disco intervertebral. El mecanismo lesional de la hernia discal se debe a la presión ejercida del núcleo pulposo sobre el anillo fibroso. Cuando la cantidad de carga ejercida en el núcleo pulposo es superior a la resistencia del anillo fibroso, este último puede fracturarse provocando una salida del núcleo pulposo hacia el agujero intervertebral donde emergen los nervios raquídeos.
La postura en flexión favorece el desplazamiento del núcleo pulposo hacia la zona posterior del disco vertebral, que se puede ir dañado (fisura, protusión o rotura: hernia). Justamente esta postura es la que mantenemos durante un tiempo prolongado en la actualidad debido a nuestro estilo de vida (sentados frente al ordenador, por ejemplo).
Reabsorción hernia discal
En el 60% de los casos, las hernias lumbares se reabsorben de forma espontánea, y se ha comprobado que, cuando no hay sintomatología neurológica grave, mejora con ejercicio terapéutico tanto su estado como la sintomatología.
Los efectos analgésicos que se obtienen al realizar ejercicio terapéutico CONTROLADO Y PERSONALIZADO son a largo plazo, si bien es cierto que tarda un tiempo en verse signos de mejora muy evidentes, desde el principio se comienzan a ver pequeños cambios. De la misma forma, existen diversas técnicas dentro de la fisioterapia para conseguir una mejora, pero no deben ser tratamientos totalmente pasivos si se quiere conseguir una mejora duradera.
Siempre es necesario hacer una buena valoración individualizada para obtener resultados óptimos, y así aplicar el tratamiento necesario o derivar a otro profesional.